Se consideran pacientes geriátricos a esas mascotas que han vivido más del 70% de su ciclo de vida, encontrándose este porcentaje entre los 7 u 8 años en los perros y 12 años en los gatos. Esta es una de las clasificaciones más reconocidas por varios autores. El estado de salud de dichos pacientes dependerá de sus factores alimenticios y de los cuidados que se les brinden.
En relación a los procedimientos anestésicos, los pacientes geriátricos deben tener un cuidado especial, ya que anestesiar a una mascota geriátrica es como anestesiar a un “abuelito de 95 años”. Es frecuente escuchar a los propietarios decir que no operaron a su mascota geriátrica debido a los riesgos que conlleva la edad. La realidad es que, para anestesiar a un paciente geriátrico, hay que tomar en cuenta el deterioro de varios sistemas, entre ellos: el sistema respiratorio, cardiovascular, endocrino, renal y nervioso central.
Para conocer el estado de salud de nuestra mascota geriátrica, es importante realizar una evaluación pre anestésica, un examen físico, anamnesis (historia clínica), hematología completa y perfil general; los cuales nos aportan información sobre sus glóbulos blancos, glóbulos rojos, plaquetas, y el funcionamiento del hígado, riñones, entre otros. Todo esto debido a que todos los fármacos, anestésicos y analgésicos son metabolizados en el hígado y excretados por los riñones. También es recomendable realizar una radiografía de tórax para observar la silueta cardíaca y campos pulmonares, además de determinar si es necesario una evaluación cardiológica y ecografía abdominal.
Aunque todos los análisis indiquen una buena condición de salud. Anestesiar a estos pacientes implica un riesgo adicional que se asumirá en conjunto con el propietario en función de mejorar la calidad de vida de su mascota.
No existe un anestésico ideal recomendado para pacientes geriátricos. Se deben utilizar fármacos de metabolismo rápido predecibles. Es necesario conocer y entender los cambios fisiopatológicos para adecuar la estrategia anestésica y analgésica para cada uno de los pacientes, dependiendo de su estado de salud y del procedimiento a realizarse.
Hay procedimientos que se pueden resolver con sedaciones, anestesia local, y, en algunos casos, con anestésicos inhalados. Estos últimos son considerados más seguros debido a su rápido metabolismo, ya que garantizan un aporte de oxígeno que es fundamental para el paciente.
Contar con un anestesista en medicina veterinaria es uno de los avances actuales que le permite realizar al cirujano un trabajo con más eficiencia y al propietario una mayor tranquilidad, ya que la mascota estará permanentemente monitoreada y generando información inmediata para atender alguna alteración en la saturación de oxígeno, electrocardiograma, presión arterial, frecuencia cardíaca, temperatura y, en algunos casos, capnografía (Co2 expirado).
Preguntas frecuentes:
¿En cuánto tiempo se despertará mi mascota?
El tiempo es distinto para cada paciente. Con el uso de fármacos de rápido metabolismo deberíamos tener a nuestros pacientes recuperados en corto plazo; esta recuperación debe ser de manera suave y gradual.
¿Me puedo llevar a mi mascota el mismo día del procedimiento?
Hay pacientes que, dependiendo de su recuperación, se pueden ir el mismo día del procedimiento. Sin embargo, hay pacientes que ameritan hospitalización.
Todo paciente geriátrico puede ser anestesiado con el uso apropiado de fármacos, monitoreo, equipamiento y un anestesista entrenado para diseñar una estrategia analgésica y anestésica.
Por: Dr. Fedderman Betancor Martin
Centro Especialidades Médicas Veterinarias. Servicio de Anestesia móvil.
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