Por Dr. Ottro Alvarado
Para desarrollar este tema debemos manejar muy bien el término, y este se refiere fundamentalmente a la muerte sin dolor.
La eutanasia es ese acto en el cual se provoca de manera intencional la muerte a una mascota cumpliendo una premisa básica que es: sin sufrimiento para la mascota, para el dueño ni para el médico veterinario que la ejecuta. Si no se cumple esta, estaremos ante un sacrificio y eso no lo comparto.
¿Cuándo se decide aplicar una eutanasia? No hablaré de criterios religiosos o creencias, tocaré solo criterios médicos, y estos están basados en evitar el sufrimiento de la mascota que está padeciendo una o varias enfermedades dolorosas o críticas severas y ya se han intentado todos los procedimientos posibles para restablecer la salud sin lograrlo. Ante esta situación se evalúa y decide evitar la continuación o más oportuno aún, evitar episodios crueles para la mascota.
Clínicamente puede ser (en teoría) sencillo decidirlo, pero sentimentalmente decidir el fin de la vida de un gran amigo nunca resultará sencillo, por eso viene la pregunta ¿cuándo se sabe que el momento llegó?, siempre lo comento: -“ese momento se lo dirá su corazón, mírelo a los ojos y pregúntese ¿él está bien, está feliz, yo soportaría vivir así?, si su respuesta es NO, entonces evítele sufrimiento a su mascota y tome la decisión.
¿Cómo se aplica la eutanasia? Existen muchos métodos y productos para llevarla a cabo, en este momento hablaré del procedimiento que yo utilizo en general y es el siguiente: primero se tranquiliza a la mascota para evitar cuadros de ansiedad, una vez relajado, se procede a colocar un fluido intravenoso para tener una vía permeable, cumplida esta etapa, le concedo unos minutos solos el dueño y su mascota para que “conversen” en su último adiós. Este momento debe ser mágico, lleno de agradecimientos, llámelo como le decía cuando era joven, háblele con fuerza, con cariño, no llore, no lo trate con lástima, haga su mejor esfuerzo por conectarlo con sus mejores momentos, por sacarle una movida de cola, si fuese posible hasta una última sonrisa y usted ría con él, recuerde que será su último momento juntos.
Una vez consumado ese espacio de tiempo, pido autorización para aplicar el producto que le dejará dormido para siempre. Este hace efecto en solo 4 o 5 segundos, recuerden que solo se quedará dormido, sin ruidos de dolor, excitaciones ni traumas, puede ser que se duerma “feliz” en sus brazos y usted debe sentir o visualizar que viaja a un mundo donde ya no sufrirá, donde mágicamente se cura y podrá agradecerle desde el “cielo de las mascotas” todo lo que hizo por él, y es en ese momento, si usted lo necesita, donde ya puede llorar.
Luego de esto nos queda algo importante por resolver y es ¿qué hacer con los restos de mi mascota?, para responder esta pregunta existen tres opciones que son:
-. Enterrarlo: este procedimiento debe cumplir con ciertas normas sanitarias de profundidad, espacio adecuado no habitado o distante de personas, y contar con elementos básicos como la trampa de cal, entre otros.
-. Conversar con el médico veterinario para que él se encargue de sus restos: generalmente existen organismos que se encargan de disponer de productos biológicos o de mascotas fallecidas abandonadas, estos visitan a las clínicas y ofrecen esos servicios semanales o atienden llamados para retirar los cuerpos y trasladarlos a sus sitios de incineración.
-. Incineración individual, exhumación o entierro privado: En República Dominicana igual que algunos otros países existen compañías que ofrecen estos servicios las cuales usted deberá contactar para conocer costos, planes y procedimientos.
Finalmente les dejo una reflexión: La eutanasia debe entenderse como un acto de bondad hacia un animal que no puede decidir su futuro. Si nosotros estuviésemos en el puesto de su animal, ¿qué creen que la mascota decidiría?
Dr. Otto Alvarado, Instagram: @DrOttoTv